Leer en el parqueadero del San Andresito

Quería escribir sobre literatura y el Pasaje de Vargas en Tunja. Pero, en mi irresponsabilidad con ofrecer la verdad al lector (si la mereciera), debo decir que ya no leo ni escribo en ese sitio. Los últimos años frecuento el parqueadero del San Andresito. Digo esto con el miedo de caer en el cliché de café, cigarrillo y libro . A dos cuadras de la Plaza de Bolívar, hay un centro comercial llamado San Andresito, con un amplio parqueadero donde hay un café de sillas de durísimo plástico, tambaleantes mesas metálicas, y donde por mil pesos te venden un tinto oscuro , de greca, como antaño, tinto que al primer sorbo sientes que te perfora el esófago . Y se puede fumar. Allí las tenderas aguantan mi silenciosa presencia durante dos o tres horas, con tres tintos y seis cigarrillos, según me atrape el libro que lleve. Entre algunas de mis recientes lecturas están El libro del desasosiego de Pessoa, Estrella Distante de Bolaño, La muerte feliz de Albert Camus, y novelas de autores boyace

Frases krasnovianas del bufón de la corte

 

Por | Julio Medrano

X | @JCMedrano3

Enciendo el celular y en las noticias nacionales está Krasnov, pero no por sus logros, si no por los escándalos que lo rodean, y porque sus gestos furibundos y frases de jocoso morbo, son ambrosía para los medios.

El rusoalcalde también ‘moja prensa’ porque el gobernador Carlos Amaya lo lleva con él a todo evento de ámbito nacional. Lo presenta como el bufón de la corte para que, con frases krasnovianas hedientas a vodka y morcilla, entretenga a ministros, congresistas, a la prensa y a invitados en general. Porque al jefe pluma-verde le gusta poner ese folclore de sobremesa. Krasnov solo le ha servido como diversión mediática, o, ¿cuál ha sido el desembolso desde la gobernación para Tunja durante estos seis meses de mandato?



Intervención del rusoalcalde durante reunión de la UNGRD, en Paipa, que se suponía era para alcaldes del Valle de Tenza por las afectaciones del invierno en esa región


A continuación, algunas frases krasnovianas merecedoras de ser grafiteadas en el Pasaje de Vargas.

Deslizo el dedo por la pantalla del celular. Cliqueo sobre un video que muestra la cara hinchada del alcalde de Tunja.

“Sara está dedicada a la labor social”

Es lo que dice el alcalde Krasnov en entrevista a la prensa nacional por una denuncia contra su pareja, Sara Pedraza. El ciudadano Yesid Figueroa la señala de dar puestos de trabajo en la alcaldía a familiares de concejales. Pues de ser eso cierto, el rusoalcalde no mentiría al afirmar que Sara hace una labor social por ayudar a esas pobres familias.

“No le alcanzó para estudiar derecho”

En la video entrevista, el ruso suelta una bofetada contra el denunciante Yesid Figueroa: “No le alcanzó para estudiar derecho, entonces creo que no es abogado como para definir qué es corrupción”, dice, con los labios fruncidos, dolido porque hay un audio que involucraría a Sara recitando nombres de concejales como quien lee una lista de mercado, o mejor, una lista de espera. Según el ruso, uno debe ser abogado para saber la definición de corrupto.

La denuncia salpica a la concejala Laura Silva, del partido Unión Patriótica, quien también expresó una frase memorable en el mes de mayo, cuando en pleno recinto dijo que al alcalde Krasnov la cultura “le vale tres hectáreas de popó”; sin embargo, días después, supongo que luego de que le aseguraran una silla en la alcaldía para algún familiar, ella aprobó el plan de desarrollo con el vergonzoso presupuesto designado para el sector cultural para este cuatrienio.

“Hay demasiado abogado por metro cuadrado”

Deslizo el dedo sobre la pantalla del celular mientras caliento un café. Encuentro otra entrevista al rusoalcalde, esta vez cercado por la prensa regional frente a la puerta de la alcaldía (ese macabro paisaje copypage de los medios regionales, que son como cincuenta o quinientos, da igual porque todos dicen lo mismo, todos cobran su cheque en la ventanilla de la gobernación y/o de la alcaldía). Cliqueo nuevamente en la cara de Krasnov.

Con tinto en mano, el ruso dice que no sabe cuántas demandas tiene en contra, y suelta otra frase que sería la envidia de Slavoj Žižek: “Hay demasiado abogado por metro cuadrado, y la gente está acostumbrada a demandar”. Quizá en Sarátov, antigua Unión Soviética, de donde es oriundo Mikhail, los empleados trabajan sin pestañear, firman contratos sin leer la letra chiquita, aguantan el madrazo y el golpe al escritorio.

Eso sí, Tunja está plagada de tinterillos, que no digo que estoy en contra de lo que afirma el ruso. Pero, es que en esta ciudad no hay negocio más rentable que el político.

“Si matan a uno, pues pongo a otro”

Apago el celular. Bebo el café. Recuerdo cuando el alcalde Mikhail se refirió a las supuestas amenazas de muerte contra los trabajadores de la Alcaldía, aquella frase de “si matan a uno, pues pongo a otro”, ni Rojas Pinilla ni Álvaro Uribe habrían dicho lo mismo, al menos no en público. Esta última frase no es para el Pasaje de Vargas, sino para enmarcar en la entrada del del recinto de la alcaldía.


Publicación original para EL TUNJANO

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